Las ventajas de vivir la virtud de la Prudencia. La persona prudente se distingue porque:
En su familia, en su trabajo y en sus relaciones con los demás, recoge una información que enjuicia interiormente. Luego, analiza las consecuencias buenas o malas para sí misma y para los demás.Por último, actúa sin retrasos ni precipitaciones.
La precipitación:
Es decir, cuando se decide sin reflexionar, por las prisas o los agobios.
La debilidad de voluntad es otro enemigo de la prudencia:
Cuando se es así y uno se deja uno llevar por estados de ánimo, enfados o impaciencias, normalmente se toman decisiones que luego lamentamos.
Consejo:
¡Reflexiona! Esfuérzate por pensar bien sobre lo que vas a hacer! ¡No decidas lo primero que se te viene a la cabeza!
¡Serás más feliz!