Los abuelos nunca mueren, sólo se vuelven invisibles

En los últimos 50 años, nuestro estilo de vida familiar ha cambiado  drásticamente como consecuencia de un nuevo sistema de producción y la inclusión de la mujer en el circuito laboral. Todo ello ha llevado al conocido “síndrome de la casa vacía”; hogares en las que ambos padres están ausentes la mayor parte del tiempo. Sin embargo, algunos afortunados todavía pueden contar con sus abuelos para cubrir muchas tareas: la protección, los traslados, la alimentación, el descanso y hasta las consultas médicas. Estos privilegiados le dedican (a sus abuelos) apelativos diversos: desde el clásico abuela/o al abu o abue, yaya o yayo, o el apelativo de tata.

Read More

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial