La vida es un juego en el que hay que ganar.
Ganar no es alcanzar un estado de plenitud y felicidad continua, sino la capacidad de ir superando obstáculos, aprendiendo de los errores y de las victorias, siendo feliz y disfrutando de los detalles.
Y ganar significa no dejar que el pasado nos determine, sólo que nos proporcione experiencia, para que siempre podamos estar en la casilla de salida para el pistoletazo de PREPARADOS, LISTOS, YA, ante una nueva oportunidad .
Porque la vida siempre guarda nuevas ofertas. Pero tenemos que tener los ojos abiertos para poder verlas. La atención es como un faro que alumbra en la oscuridad. Hay que dejar de enfocar en lo que no funciona, pues no nos va a ayudar a avanzar, y mirar hacia adelante con optimismo.