Un hombre que pasea tranquilamente por la playa observa a un niño que que recoge estrellas de mar, atrapadas en la orilla al bajar la marea y condenadas a ahogarse al sol. El chico las devuelve al agua para que puedan seguir con vida.
Un hombre que pasea tranquilamente por la playa observa a un niño que que recoge estrellas de mar, atrapadas en la orilla al bajar la marea y condenadas a ahogarse al sol. El chico las devuelve al agua para que puedan seguir con vida.
Como indica el título, este artículo está dedicado a los ancianos.
Estos, que, en el ámbito de la familia, son los abuelos, tíos, tios abuelos, etc.
Gracias a los progresos de la medicina la vida se ha prolongado: el número de los ancianos se ha multiplicado, pero esto no supone un lastre. Los ancianos son una riqueza que no se puede ignorar.
Escuchar música alegre, implicarse en actividades sociales, son algunos de los elementos que según estudios norteamericanos ayudan a las personas a ser más felices. Por el contrario, señalan que dedicar más tiempo a la televisión y escuchar canciones tristes son posibles indicadores de infelicidad.
A los ojos de los demás, mi vida ha sido el símbolo del éxito.
Sin embargo,aparte del trabajo, tengo poca alegría. Finalmente, mi riqueza no es más que un hecho al que estoy acostumbrado.
En este momento, acostado en la cama del hospital y recordando toda mi vida, me doy cuenta de que todos los elogios y las riquezas de la que estaba tan orgulloso, se han convertido en algo insignificante ante la muerte inminente.
En la oscuridad, cuando miro las luces verdes del equipamiento para la respiración artificial y siento el zumbido de sus sonidos mecánicos, puedo sentir el aliento de la proximidad de la muerte que se me avecina.
Sólo ahora entiendo que tenemos que perseguir otros objetivos que no están relacionados con la riqueza.
¿Qué es la tristeza? Es la pérdida de ilusión, la dificultad para estar contento. La tristeza puede afectarnos a todos. Cuando sucede así nos sumerge en una vida gris y pobre en emociones.
Pero, ¿por qué hay personas que disfrutan de la vida y otras que no?
Aquí te ofrecemos algunos “remedios” muy útiles que podrás aplicar a tu vida para huir de la tristeza:
La ancianidad es una vocación. No es el momento todavía de “tirar los remos en la barca”. Este periodo de la vida es diverso de los precedentes, no hay dudas: debemos también “inventárnoslo” un poco porque hasta hace poco no existía. Pero tenemos muchas cosas que hacer.
El avance de la medicina y la mejora en la alimentación nos ha dado muchas más esperanzas de vida.
Puede parecernos que no tenemos mucho que hacer, que somos un estorbo para los jóvenes y que les sobramos pero ¡No es verdad!
El corazón de los abuelos, libre de resentimientos pasados y de egoísmos presentes, tiene un atractivo especial para los jóvenes, que esperan encontrar en ellos el sentido de su vida.
También existen muchas parejas, de matrimonios, que escriben en facebok o nos invitan a una fiesta porque, explican,: “Hoy cumplimos 50 años de matrimonio”, “hoy cumplimos 60 años de matrimonio”…: ¡Invitad a los matrimonios jóvenes que se cansan rápido de vivir juntos! Uno de los grandes papeles de los abuelos es el testimonio de su fidelidad.
También podemos recordar a los jóvenes que solo aspiran al éxito profesional a toda costa , que una vida sin amor es árida. Que sabéis por experiencia que la familia numerosa es un tesoro.
La paciencia proviene de las palabras paz y ciencia y es: La capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse. El dominio de uno mismo. La tranquilidad de esperar en situaciones difíciles, etc.
La paciencia es imprescindible para quien tiene que atender a un niño, a un enfermo, a una persona mayor, o hacer frente a momentos duros de la vida.
Que reír es estupendo, está demostrado hasta científicamente al descubrirse que el córtex cerebral libera impulsos eléctricos un segundo después de comenzar a reír.
Al reírnos, el cerebro emite una orden que provoca la segregación de endorfinas, sustancias que alivian el dolor, aportando equilibrio entre el tono vital y la depresión.
En cuanto a los efectos a nivel psicológico, la risa elimina el estrés y alivia la depresión, incrementando la autoestima y la confianza en uno mismo. La risa nos ayuda a ver el lado positivo y cómico de las cosas.
En los tiempos que corren, ingredientes como competencia y productividad son añadidos tempranamente a la educación de los hijos. «Papá, he sacado la mejor nota de la clase» es una expresión que los niños aprenden a emplear por la garn recompensa que supone ese reforzamiento social tan preciado. menos común resulta alabar a un hijo porque llego en un puesto secundario por ayudar a un compañero.