La ONG “solidarios para el desarrollo” denuncia que en el verano se triplica la soledad en todos los ancianos. La de los que viven en una residencia porque sus familias no van a verles; Los que están en sus domicilios conviviendo con la familia, porque los dejan en una residencia en los meses de verano porque se les considera un estorbo. Los que viven solos en su domicilio porque el descenso de voluntariado en julio y agosto es alarmante. En definitiva quienes sufren en vacaciones son los más desfavorecidos, nuestros mayores.