Se trata de un valor o actitud esencial en orden a construir una sociedad realmente humana.
¿Qué merece respeto? En primer lugar la persona humana y su dignidad.
El respeto se reviste así de atención, que se traduce en una mirada atenta y de algún modo amorosa.
Me hace olvidarme, por vulgar que sea el ejemplo, de que tengo un móvil y lo silencio, de que me entra un WhastApp y lo ignoro, porque en ese momento, quien merece toda mi atención y mi respeto, es la persona que tengo delante.